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Es imposible ser parte de la comunidad de bailes cubanos y no saber qué es la “timba.” Con esto, no quiero decir necesariamente saber en el sentido de poder recitar una definición con todos sus matices, sino más bien saber que la estás escuchando, de la misma manera que sabes que estás enamorado cuando sientes amor por una persona, aun cuando no puedas definir el amor.

Aunque el líder de NG La Banda  José Luis “El Tosco” Cortés acuñó en los 90 el fenómeno musical que hoy por hoy conocemos como “timba” (Moore, 2010), la palabra “timba” estaba en el vocablo cubano hacía ya bastante tiempo.  En efecto, los rumberos usaban la palabra para describir una rumba que estaba saliendo espectacular (ej. “¡La timba está buena!”); o se le denominaba “timbero” a alguien que era considerado un músico de gran calibre. Y claro: todo cubano conoce el famoso pan con timba, que no es más que pan con guayaba y queso.

Poniendo la etimología a un lado, la palabra “timba” ha llegado para quedarse. Para muchos, define a grandes rasgos la multitud de géneros musicales que conforman la música popular bailable que se produce en la isla. Sin embargo, a pesar de su omnipresencia actual, me atrevería a decir que este término solo ha sido verdaderamente acogido en los últimos diez a quince años. Echémosle un vistazo a la década del 90, por ejemplo, quienes muchos consideran como la edad de oro de la timba, un período de verdadera creación e innovación musical. Resulta que durante esta década, muchos de los músicos que hoy por hoy consideramos abanderados del movimiento timbero usaban no la palabra “timba” para describir la música que hacían, sino la palabra salsa. Los ejemplos más claros son Manolín, a quién el ya mencionado Tosco lo apodara “El médico de la salsa”, e Issac Delgado, conocido también como “El chévere de la salsa”. Además de estos ejemplos más explícitos, podrás encontrar varias canciones de otros artistas y agrupaciones de la década como Paulo FG, Manolito y su Trabuco, Charanga Habanera, y hasta los Los Van Van que se referían a su música como “salsa”–el ejemplo más concreto siendo “Mi salsa tiene sandunga” de Elio Revé.

A través de los 90 y por parte de mucha de la primera década del nuevo milenio, los músicos cubanos llamaron su música “salsa.” Obvio, hubo mucho debate sobre esto entre los mismo músicos, pero la etiqueta salsera era la reconocida mundialmente y los músicos tenían que vender su música fuera de Cuba. El mejor ejemplo de este dilema es el hecho que muchos músicos usaran la palabra “salsa” para poder entrar al mercado internacional–ya que era el término que se reconocía–mientras que en Cuba se impuso oficialmente el término “música popular bailable” para describir la misma música. Para un análisis más a fondo de este fenómeno, les recomiendo consultar el libro de Vincenzo Perna, Timba: The Sound of the Cuban Crisis, el cual le recomiendo a cualquiera que quiera aprender más sobre la rica producción musical que tuvo lugar en Cuba después de la revolución de 1959.

Bueno, basta ya de historia. Esta entrega es sobre el baile.

Entonces, ¿cómo es que todo esto se conecta con el baile?

Pues pasa que por hace ya unos años–y precisamente dada la acogida y popularidad de la palabra “timba”–he comenzado a notar videos en línea que muestran talleres en donde las personas están aprendiendo a bailar “timba”. Reitero: bailar timba, no bailar con la timba.

Lo que quiere decir que hay personas–muchos de ellos cubanos–enseñando un baile que es supuestamente cubano y que supuestamente se llama “timba.”

Y lo más preocupante: hay personas que toman estas clases que creen que existe un baile cubano llamado “timba.”

Pero aquí yace la encrucijada: en Cuba no hay un baile llamado timba. Simplemente no existe–por lo menos no de manera auténtica.

Lo que está sucediendo es que los instructores de baile han encontrado otra estrategia de mercadeo para explicar las fusiones que hace ya tiempo vienen vendiendo a un público que no está del todo informado sobre la realidad de cómo se baila en Cuba.

Permítanme explicar, y todo se esclarecerá.

Para entender lo que está ocurriendo, primero tenemos que ir a Cuba, claramente. Si este llamado baile de “timba” es un baile cubano, debió haberse originado allí. La gente común y corriente debe de estar bailándolo. Debe ser el último grito de la moda, este nuevo baile de timba.

Usando la expresión, “baile de timba cubano”, una búsqueda bien superficial en YouTube muestra lo que yo, sabiendo que no existe un baile de timba” en Cuba, esperaba encontrar: videos de maestros de baile bailando una especie de fusión. Videos como éste:

(Un pequeño aparte sobre los videos que uso en este post. Si el video enlazado ya no está disponible o ha sido cambiado a privado, esa fue la decisión de la persona que lo subió originalmente a las redes. Al momento de escribir este post, todos los videos citados aquí estaban disponibles.)

El propósito de este video es promocionar. Eso está claro. Haz clic en la descripción y encontrarás un enlace al sitio web de la bailarina, donde ofrece clases de baile. Vale la pena mencionar que su sitio web nunca alega que enseña “timba”. En sus propias palabras, enseña “salsa casino, rumba, son, afrocubano, reggaeton etc.” Pero bueno, como es el primer video que salió, probablemente sea el video que las personas que busquen evidencia de este baile de “timba” verán. De manera que tuve que usarlo.

Al mirar este video, hay que mantener la incredulidad. Estas personas son claramente maestros de baile intentando venderles clases a extranjeros que quieren experimentar lo que es bailar “a lo cubano”. Esto constituye un problema, como he expresado en otras entregas de este blog, como es esta y esta. Para resumir: dado que el objetivo es vender, los instructores se acomodan a lo que los extranjeros ya piensan que es bailar a lo cubano. Para muchos extranjeros, bailar a lo cubano es mezclar lo que ellos llaman “salsa cubana” o “salsa casino” (y yo “casino”) con movimientos corporales y bailes afrocubanos. Esto es lo que ha estado en el bombo hace mucho tiempo y explico esto con más detalle en los artículos enlazados anteriormente en este párrafo.

(Con esto no estoy diciendo que en el video los instructores no debían haber mezclado bailes. La canción claramente tenía una sección de rumba. Pero aun cuando bailan rumba, hacen lo que les da la gana. La parte rumbera de la canción consistía en una rumba guaguancó y sin embargo los bailarines incorporan pasos de rumba columbia, que es un baile diferente. Como ya he expresado en otras entregas, es la idea de los bailes afrocubanos mezclados con el baile de pareja como el casino, más que la realidad de cómo se baila casino en Cuba, lo que vende.)

El problema más notable es el hecho de que precisamente debido a que los instructores están acomodándose a lo que quieren los extranjeros, terminan bailando una versión de lo que los extranjeros creen que es bailar a lo cubano–de nuevo, porque así es cómo pueden vender clases. Dicho de otra manera, no están representando cómo verdaderamente se baila casino en Cuba.

¿Y cómo es que se baila casino en Cuba? Buena pregunta. Aquí les dejo un par de ejemplos.

Este es del 2004:

Y este es del 2016:

Lo bueno de comparar estos dos videos es que, al hacerlo, se puede verdaderamente apreciar que el baile de casino ni ha cambiado, ni se está mezclando con nada. (Para aquellos que son lectores regulares de este blog, sabrán que mi oposición a las fusiones tiene que ver con motivos musicales: si la canción no está mezclando, tampoco deberíamos hacerlo en el baile). En efecto, estos últimos dos videos crean un contraste bastante marcado con el primer video del que hablé. Uno puede ver claramente cómo bailan diferentes los maestros de baile y la gente común y corriente. Y si resulta que te gustó más cómo bailaban los maestros, pues, es eso exactamente lo que estoy intentando decir: ellos saben lo que a ti, el extranjero, te gusta, de manera que bailarán–y te enseñarán–tomando todo eso en cuenta. Hay todo un negocio alrededor de eso. Al fin y al cabo, como cualquier negocio: quieren tu dinero. Por otra parte, a los cubanos de los dos últimos videos no les importa lo que puedan pensar de ellos los extranjeros. No hay pretensión. Bailan y se divierten a su  manera. Como dice el dicho: Si te gusta, bien; y si no, ¡también!

Eso, para mí, es lo que define lo auténtico dentro de los bailes cubanos: cuando los cubanos que viven en la isla crean el baile sin considerar si a los extranjeros les gustará o no.

Entonces. Los cubanos en la isla realmente no están bailando “timba”. La gente común y corriente sigue bailando casino, mientras que los instructores bailan lo que ellos piensan que los extranjeros quieren ver y aprender cuando vienen a Cuba a aprender a bailar “a lo cubano”.

¿Existe entonces un baile de timba en Cuba? La respuesta es no. Es obvio que la gente continúa bailando casino.

Por lo que habría que preguntarse: ¿Por qué hay gente que piensa que en Cuba existe un baile llamado “timba”?

Pues simple: algunos maestros cubanos fuera de Cuba están llamando lo que venden “timba”. Parece ser una nueva moda de mercadeo, diseñada para venderle a la gente lo mismo que ya le vendían, pero ahora con un nombre más llamativo, que la gente reconoce, y que deja espacio suficiente para decir que es algo diferente–y así vender más clases y talleres.

Haciendo un poco de investigación para esta entrega, me pasé un rato en YouTube buscando videos de este susodicho baile de timba. Lo que encontré fue que no hay un acuerdo todavía sobre qué es el baile de timba, ni tampoco cómo luce. Y esto es súper importante, mi gente, porque esto es lo que te dice que te están engañando con otra estrategia de mercadeo que busca continuar creando fantasías de bailes cubanos para ti, el aficionado no cubano a estos bailes, y así evadir enseñar algo auténtico y riesgoso para el negocio–porque lo auténtico, en cuestiones de baile, muchas veces no es lo suficientemente sexy, sensual o exótico para los gustos de un público que a eso es lo que está acostumbrado.

Nadie puede ponerse de acuerdo en cuanto a qué es el baile de timba porque, sencillamente dicho, todo el mundo lo que está intentando hacer es vender clases bajo este nuevo sello. Lo que importa en este caso es el uso de sello como tal, no que el contenido sea consistente–o si el baile realmente existe.

Comencemos a examinar este nuevo modelo de mercadeo, este baile llamado “timba.”

Diría que un buen video para comenzar es este. En el siguiente video de un taller de “timba”, vemos a los bailarines realizando una combinación de pasos sueltos (lo que mucha gente llama “suelta”), combinado con movimientos afrocubanos, seguido por baile de pareja enlazada.

Este taller sigue el mismo formato: pasos sueltos con movimientos afrocubanos, con baile de pareja enlazada. Después se vuelven a soltar para realizar más movimientos afrocubanos en una parte de la canción que es exactamente igual que la parte con la que bailaban en pareja enlazados.

Aquí otro video. El mismo formato, pero esto es más bien una coreografía. No me malinterpreten, los otros videos también eran coreografías (los pasos sueltos al principio, por ejemplo); pero en este caso, es como si los instructores estuvieran haciendo una presentación (performance), lo cual no representa lo que es el baile social–y si no hacen esto, ¿entonces por qué están enseñando a bailar un baile social?Aún así clases como esta existen.

Hasta ahora, lo que la gente llama “timba” es más o menos consistente: pasos sueltos con movimientos afrocubanos, seguido de baile en pareja enlazado. Y repite. Claro, todo esto es coreografía y poco sostenible en la pista de baile, pero por lo menos hay un tipo de acuerdo.

Excepto que…excepto que los maestros ya hacía esto hace tiempo–y no llamaban lo que hacían “timba” en ese entonces.

Esto es de hace 10 años.

Otro más, este de un taller titulado “Poniéndole rumba a la salsa”.

Este taller de “salsa” sigue bastante el formato que expliqué arriba:

Ya tienen una idea. Hace años que los instructores enseñan exactamente lo mismo que enseñan ahora, pero ahora, en vez de llamarle “salsa cubana”, le llaman “timba”. Claro, en el pasado, la palabra “salsa” y no “timba” era la que estaba de moda. Pero repito: lo que se hacía hace 10 años y lo que se hace ahora es exactamente lo mismo: una fusión de bailes que tiene poco que ver con la música, pasos sueltos de coreografía que no refleja cómo se baila socialmente. (Este sería un buen momento para regresar a los videos de los cubanos bailando que les mostré hace un rato para que vean la gran diferencia entre ellos y los instructores.)

En fin, todo ha sido reenvasado para venderte lo mismo, para que continúes yendo a las clases y los talleres.

Pero continuemos con los videos, porque como ya recalqué, no hay un acuerdo entre los instructores sobre exactamente qué es este baile de timba.

Por ejemplo, miremos este video. Aquí, el instructor enseña salsa cubana (la cual él siente la necesidad de aclarar que es “timba”), pero noten que solo enseña figuras (¿no era el baile de timba una fusión?). No hay pasos sueltos o bailes afrocubanos mezclados con lo que hace. Aun así, de acuerdo a este instructor, esto es “timba”.

Al contrario del anterior, otro video proveniente de un taller de “timba” nos muestra un baile sin pareja (¿no le llamábamos a esto “suelta”?).

Y finalmente, aquí el reconocido instructor Roly Maden enseñando una clase introductoria de timba–sin pareja (¿esto no era un baile de pareja?).

Ya creo que lo estás agarrando: los instructores están haciendo lo que quieren y, claro, llamándolo cualquier cosa. Mientras que eso venda y que compres, esto continuará.

Terminaré esta pequeña colección de videos con este. Este casi rompe el barómetro del disparate. “Timba contratiempo con rumba.”

Imagínense ustedes lo que es esto. Definitivamente nada cubano–en el sentido de que no verán este “timba contratiempo con rumba” por ninguna parte en Cuba. Definitivamente otra creación más de un instructor que se encuentra bastante lejos de representar fielmente cómo se baila en Cuba.


En resumen:

  • Los cubanos en la isla no bailan timba. Bailan casino.
  • Algunos instructores fuera de Cuba han comenzado a reenvasar clases de “salsa cubana” o “salsa casino” bajo el sello de “timba”.
  • Los instrucrores en la isla que venden clases de “timba” están beneficiándose de la popularidad del término creado por otros instructores fuera de Cuba.

(Y lo más importante)

  • El baile de timba no existe como un baile auténtico cubano

Ahora, debo admitir que se podría argumentar que la palabra “timba” se podría usar para describir las fusiones que son tan prevalentes en la comunidad de bailes cubanos fuera de Cuba hoy día. Visto de esta forma, ¿deberían estas fusiones adoptar el nombre de “timba”? Bueno, yo diría que ya las personas la llaman “salsa cubana”. Pero si por lo personal quieres rendirle guerra a esto y hacer que las personas comiencen a adoptar “timba”, pues adelante–siempre y cuando se entienda que estas fusiones son creaciones de los maestros de baile y no constituyen una representación de cómo la gente baila casino en la isla.

Dicho de otra manera, cualquier rótulo que se decida darles a estas fusiones no aunténticas, ya sea “timba” o “salsa” o lo que sea, que se haga consciente de que no se está describiendo algo que venga de Cuba, sino más bien las dinámicas del mercado que existen para los bailes cubanos fuera de la isla.

Practica la responsabilidad cultural y no lo llames un baile cubano.

 

Bibliography:

Moore, Kevin (2010: 11). Beyond Salsa Piano: The Cuban Timba Piano Revolution. v. 5 Introduction to Timba.