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No todas las canciones son buenas para hacer una rueda de casino.

En primer lugar, esto queda implícito cada vez que tomas una clase de baile cubano cuando en la clase no tocan música de músicos no cubanos (con la excepción de Calle Real o Mayimbe). Es decir: cuando no tocan “salsa”. Muchos instructores y/o aficionados a la música cubana van más allá de insinuar algo y lo dicen explícitamente: no se puede hacer una rueda con música “salsa”. Simplemente no tiene esa “cosa”, argumentan, que te hace querer mover el cuerpo y seguir la música. Le falta la sandunga que tiene la música cubana.

En cierto modo, tienen razón. La música al estilo de hace 50 o 40 años, que es la que se toca mayormente en la escena salsera, no tiene la misma “cosa” que tiene la música cubana actual–lo que la gente llama “timba”. En efecto, basta con escuchar este tema que todavia se toca en los sociales de salsa en línea:

Hacer una rueda con la canción anterior ciertamente se siente fuera de lugar cuando todo lo que estás acostumbrado a bailar es música cubana más actual. Lo actual es lo que tu mente ha aprendido a asociar con la rueda porque eso es lo que tocan los instructores durante sus clases; porque eso es lo que tocan los DJ en los eventos sociales de baile.

Y dada esta asociación, descartamos todo lo que no encaje en ese paradigma de “música cubana equivale a timba”. Ya he hablado extensamente sobre la pendiente resbaladiza que constituye ver la música cubana de una manera tan monolítica en este otro artículo. Así que aquí solo diré lo siguiente: el hecho que la música no suene a lo que estás acostumbrado a escuchar no significa que no sea música cubana. ¡De hecho, la canción de arriba es una versión de una canción cubana! El original es de una de las bandas de música cubana más exitosas de los años 50, el Conjunto Roberto Faz:


¿Por qué la canción de Roberto Faz no se toca en los eventos sociales o clases de baile cubano? Yo diría que es porque no encaja en la narrativa de lo que es la música cubana actual. Y por supuesto que no es actual. La canción tiene décadas. No obstante, es música cubana. Lo que estoy tratando de decir es que argumentar que las ruedas no se pueden hacer con cierta música (salsa) porque esa música “no es cubana” y por lo tanto no tiene esa “cosa” (llámese “sandunga”, “gozadera”, “manana”, “sentimiento”) de la música cubana, bueno, ese argumento se desmorona muy fácilmente cuando consideras música cubana más antigua.

De manera que la viabilidad de una canción en lo que respecta a hacer una rueda de casino no se trata realmente de si dicha canción es cubana o no. De lo que realmente se trata es de lo que la música está haciendo y sacando a relucir en el bailador.

Para resumir: no todas las canciones son buenas para hacer una rueda. Pero eso tiene poco que ver con su “cubanía”. Inversamente: no todas las canciones cubanas sirven para hacer una rueda, como vimos con el ejemplo de Roberto Faz.

Sin embargo, voy a dar un paso más y decir: no todas las canciones cubanas son buenas para hacer una rueda, aunque sea una canción más actual (verás un ejemplo en breve).

Cubana o no, una vez que eliminamos la nacionalidad de la canción, la pregunta que queda hacerse es la siguiente: ¿qué es lo que hace que una canción sea “buena” para hacer una rueda?

Bueno, primero tenemos que examinar qué entendemos por rueda de casino para entender por qué preferimos una determinada música para bailar casino en esta formación.

Para muchos, la rueda de casino constituye lo que se ha enseñado en las clases de baile. Es un baile grupal en el que un grupo de personas se unen para, en unísono, realizar una serie de figuras coreografiadas que son “cantadas” al azar por el líder de la rueda. Aunque de vez en cuando se cantan figuras simples de ocho conteos (ej. Adiós, vacila, enchufla), la mayoría de las veces las figuras que se ejecutan en la rueda toman más de un conteo de ocho para ser ejecutadas (ej. Dedo, montaña, setenta, adiós con la prima, etc.). Si has leído mi entrada acerca de la figuritis (la cual recomiendo que leas antes de terminar ésta), sabes que estas últimas figuras que menciono van mejor con el montuno de la canción. Durante esta sección, la canción hace cosas más interesantes, hablando musicalmente; y nosotros también deberíamos, al bailar.

Sin embargo, como uno de nuestros contribuidores, James Buclew, señaló en su entrada acerca de la falta de musicalidad que hay cuando se enseña a bailar casino dentro de la formación de la rueda (léela aquí), la mayoría de los cantores no les presta atención a lo que está ocurriendo en la canción, o dentro de qué sección de la canción están bailando. De esta forma, lo que termina pasando es que desde el principio de la canción se comienzan a ejecutar figuras más complicadas—cuando realmente la canción no las está pidiendo todavía.

Tomemos la siguiente canción de El Gran Combo, por ejemplo:

La mayoría de las personas que intente hacer una rueda de casino con está canción quizá le hagan rechazo durante el primer minuto de la canción, especialmente si intenta hacer figuras como sombrero doble, montaña, setenta complicado. No se siente bien hacer estas figuras en el primer minuto de esta canción, y hay una razón para ello: no ha llegado el montuno, que es la parte de la canción en donde estas figuras encajarían mejor—ya sea bailando dentro de la rueda o fuera de ella.

En efecto, avanza la canción hasta el minuto 1:30 y verás lo diferente que suena. Intenta ahora hacer las figuras que mencioné. Igualmente, notarás que ahora no se sienten tan forzadas.

Repito: la sensación de que cierta canción es “mala” para una rueda no tiene nada que ver con el hecho de que la canción anterior la tocan los puertorriqueños. Tome la siguiente canción de Issac Delgado, un reconocido músico cubano, e intenta hacer una rueda con los primeros dos minutos y medio:

Podría decirse que la canción anterior es horrible para una rueda. Tiene una introducción muy extendida que hace que sea casi imposible sacar una rueda. Se puede hacer, pero la persona que la cante tiene que estar en total sintonía con la música, además que la rueda en sí tiene que estar hecha por personas que son parte del mismo grupo y conocen las figuras. Otro ejemplo de esto, esta vez de Paulito FG, quien, a diferencia de Issac Delgado, es conocido por ser un timbero incondicional. De nuevo: escucha los dos primeros minutos de esta canción e intenta imaginar una rueda de alta energía con figuras complejas:

¿Ves? Al menos no en los primeros dos minutos, que es la duración de la sección de introducción, la rueda de casino queda tan fuera de lugar como con las canciones de los bailadores de salsa en línea disfrutan. Dicho esto, cabe recalcar que una vez que comienza el montuno, los movimientos de la rueda se vuelven más fáciles de imaginar porque hay un cambio definitivo cómo se tocan los instrumentos durante el montuno.

Entonces: lo que hace que una canción sea “buena” o “mala” para una rueda no es si dicha canción es cubana o no. Se trata de qué tan cerca sigue la canción el cambio del toque de los instrumentos que generalmente caracteriza la estructura de introducción-montuno que tienen todas estas canciones. (Más sobre la diferencia introducción-montuno aquí.) Es decir, la introducción se toca más suave; el montuno, más animado.

Por lo tanto, cuando las canciones siguen esto de cerca, sin importar si son cubanas o no, bailar casino en una rueda, con su cantos indiscriminados de figuras sin importar la sección de la canción, se sentirá fuera de lugar.

¿Qué hace, entonces, que una canción sea “buena” para la rueda?

Bueno, si estamos viendo que en todos los ejemplos anteriores, independientemente de la nacionalidad, se siente “bien” —o, al menos, “bien” si no eres fanático de las bandas no cubanas— hacer la rueda durante la sección del montuno, entonces, idealmente, una “buena” canción para una rueda debería tener solo un montuno. Como por ejemplo, “Que hablen los habladores” de Michel Maza:

Por desgracia, las canciones como la de arriba son un hallazgo raro. De hecho, la mayoría de las canciones que escuchamos siguen la estructura introducción-montuno. Sin embargo, y aquí es donde entran las buenas noticias, no todas las canciones siguen la estructura de introducción-montuno en términos de la manera en que supuestamente se tocan los instrumentos en cada sección. Es decir, más con más calma al principio y luego con má ahínco. Hay canciones que, incluso en su introducción, se tocan más animadamente. Tal es el caso de “Mamita pórtate bien” de Pupy y los que son son:


Eso no quiere decir que no haya demarcación entre la introducción y el montuno. En la canción anterior de Pupy (QEPD), en el minuto 1:23 se puede escuchar claramente cómo se anima la instrumentación cuando entran al montuno.

También en “La madrugada” de Elio Revé y su Charangón. Aunque la canción sigue la estructura de introducción-montuno, la introducción es animada y, de nuevo, puedes escuchar claramente la entrada del montuno en 1:11:


Otra de from Pupy:

Una de Bamboleo, “El maíz”:

“Prepárate para lo que traigo” de Adalberto Álvarez y su Son:

“Resumen de los 90” de Havana D’Primera:

Estas son canciones solo para que empieces a pensar en este tema. Hay muchas más, incluyendo canciones que no son cubanas, que no proporcioné aquí ya que mi audiencia en su mayoría busca música de músicos cubanos.

Antes de terminar, me gustaría reiterar lo siguiente: la etiqueta de canción “buena” o “mala” para una rueda en este post se usa en referencia exclusiva a lo que suele pasar cuando se cantan las ruedas hoy en día:las figuras se cantan indiscriminadamente, independientemente de la sección de la canción. Hay ciertas figuras que se ajustan mejor a ciertas secciones. Entonces, si esa práctica va para continuar (cantar figuras, solo porque sí), entonces al menos hagámoslo con canciones en las que se sentiría mejor hacerlo.

Si, como cantante de la rueda, vas a cantar como quieras, sin importar lo que esté pasando en la canción, entonces ciertamente no todas las canciones son buenas para hacer una rueda. En ese sentido, algunas son ciertamente mejores que otras.

Pero si, por el contrario, vas a respetar la estructura musical y tratar de emparejarla con las figuras correspondientes, entonces realmente no hay canción que sea “mala” para una rueda.