Si intentaras rastrear las raíces del baile del casino, hay tres bailes principales que escucharás mencionar una y otra vez: el danzón, el chachachá y el son.1
Ahora bien, de estos tres bailes cubanos que componen la genealogía del casino, en Cuba el danzón se ve más como un “baile para personas mayores”. Y si vieras un video de danzón, rápidamente verías por qué la gente piensa así. El chachachá, por otro lado, aunque popular durante su período de “fiebre” en la década del 50, no ha sobrevivido realmente como un baile social. La mayoría de la población no sabe cómo llevar un baile de chachachá durante toda una canción, aunque muchos conocen el paso básico de chachachá. De hecho, si buscaras videos (cubanos) didácticos de chachachá (como este), encontrarías a personas enseñándote cómo hacer el paso básico y algunas de sus variaciones, seguido de una serie de pasos individuales que hacen muy difícil pensar en el baile en pareja social cuando lo miras.
De los tres bailes, es el son el que ha sobrevivido más al paso del tiempo como baile social. Si buscas videos de son en YouTube, encontrarás un buen número de ellos, tanto bailados en Cuba como enseñados fuera de la isla. Podríamos argumentar que el estado actual del son se puede atribuir al hecho de que, de los tres bailes, el son es el que tiene una semejanza más cercana con el casino, el baile en pareja más popular de Cuba hasta la fecha. Y que claro: la música de son todavía sigue vigente por todo el mundo. Si hay música, hay baile.
Puedes decir: “De acuerdo. Entonces, el son y el casino tienen algunas similitudes. ¿Pero qué beneficios podría tener tener un entendimiento básico del son para mi baile de casino? Después de todo, no son el mismo baile”.
No, no lo son.
Pero lo cierto es que hay mucho que aprender del son que definitivamente beneficiaría tu baile de casino, así como la manera en que te acercas a la música con la que bailas casino.
Comencemos con el baile primero.
Si aprendiste casino de la forma en que sé que mucha gente lo aprende hoy en día, quizá lo único que probablemente sepas es una serie de figuras. Eso es principalmente lo que se enseña en las academias: figuras. En énfasis en las figuras, por su parte, lo que termina haciendo para el bailador es incentivarlo a ejecutarlas una tras otra sin preocuparse mucho por otras cosas como, por ejemplo, los desplazamientos. Mucha de la gente que aprende casino tiende, en un principio por lo menos, a bailar en el mismo lugar y no moverse mucho por la pista de baile.
Sin embargo, una de las cosas que diferencia el casino de la salsa lineal–y esto se debe a la influencia del son–es que tienes la capacidad de moverte por la pista con tu pareja mientras bailas. Puedes empezar en un extremo de la pista cuando comienza la canción y terminar en el otro cuando termina. El siguiente video es un buen ejemplo de ello. Es posible que tengas que verlo un par de veces, la primera vez solo para apreciar el baile y la segunda para realmente buscar conscientemente lo que estoy diciendo. Así que échale un vistazo; en algún momento te recuperarás del puro asombro que es este video y comenzarás a notar que se están desplazando bastante.
Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con el casino? Pues resulta que estos paseos—que es cómo se llaman estos desplazamientos—son fácilmente transferibles al baile de casino, y hasta a veces termina creando algo novedoso como en este video (nota cómo también incorpora el tornillo del son, el movimiento donde el hombre permanece en el mismo lugar mientras la mujer camina alrededor de él, rotándolo–más sobre el tornillo aquí):
Bastante chévere, ¿no? Recuerdo cuando empecé a bailar casino en los Estados Unidos y hacía estos paseos. Era algo tan novedoso para el grupo de “casino” en el que estaba, que los integrantes comenzaron a llamarlo “El Daybert”. Recuerdo escuchar a la gente decir esto y pensar que era triste que pensaran que esto era una novedad, cuando en Cuba moverse alrededor del salón de baile mientras se baila casino es algo común. Pero para ser justos, ¿cómo podrían haberlo sabido, si todo lo que sabían era directo de los DVD de Salsa Lovers, que solo les enseñaban una figura tras otra? (Hablo más en profundidad sobre el impacto de estos DVDs en el casino aquí).
Ahora bien, es posible que ya estés haciendo estos paseos cuando bailas casino porque los aprendiste de algún lugar o alguien, sin saber realmente que los paseos, conceptualmente, vienen del baile del son. Si es así, es posible que estés diciendo: “Bueno, ya estaba haciendo eso, y no tuve que saber de son”. Y sí: tienes razón. Pero imagina ahora las muchas otras cosas que podrías estar incorporando a tu baile de casino si supieras bailar son.
La otra gran ventaja de añadir el son a tu repertorio de baile es que aprenderás a bailar a contratiempo. Contratiempo significa acentuar los tiempos débiles. Los tiempos fuertes son el uno y el tres. Los débiles, el dos y el cuatro. Por eso, al comenzar a bailar en el uno se le conoce como bailar “a tiempo”; mientras que comenzar a bailar en el dos es–sí, ya lo adivinaste–a contratiempo.
El son se baila tradicionalmente comenzando en el dos; de hecho, me sorprendería si has asistido en el pasado a un taller de son donde el instructor no haya tocado la clave y te haya enseñado cómo tus pasos se ajustan al patrón de la clave, y luego lo haya llamado bailar “a contratiempo” (aunque es posible que haya omitido que eso en realidad significa bailar comenzando en el dos).
Entonces, ¿qué hace importante aprender a bailar a contratiempo? Bueno, además de ser el conteo por antonomasia con el que se baila son, también tiene que ver con razones de musicalidad. En una publicación anterior, hablé sobre la estructura de una canción de son: tiene un largo (una sección más lenta e introductoria) y un montuno, que es más animado que el largo. Ahora, lo que no mencioné, porque no era parte del tema principal, es si ves a los músicos tocar estas canciones, notarás que la mayoría de las veces, los músicos están bailando esta primera parte de la canción a contratiempo. Toma el video a continuación como ejemplo. Esta canción de Bamboleo es lo que la mayoría de la gente llamaría “timba” y no relacionaría realmente con el son. Pero si observas detenidamente cuándo en el ritmo los cantantes están bailando durante el largo —en esta canción, hasta aproximadamente 1:09— notarás que están acentuando los tiempos débiles; es decir, el dos y el cuatro. (Explicar cómo funcionan tiempos está fuera del alcance de este artículo, por lo que no entraré en eso. Sin embargo, lo explico aquí). Después de 1:09, verás que están haciendo sus pasos en el uno y el tres; es decir, los tiempos fuertes.
¿Quieres más pruebas? Echa un vistazo a este video de Klimax. Exactamente lo mismo sucede:
Lo cierto es que los músicos entienden que hay una diferencia en cada una de las dos secciones de la canción, no solo en lo que respecta a cómo se toca cada instrumento durante cada sección, sino también en qué conteo bailar. Esto es algo que he incorporado en mi propio baile. Observa que, en el siguiente video, bailo en el dos (e incorporo los paseos del son) durante el largo, que termina a 1:28. Luego, cambio a bailar en el uno cuando entra el montuno, luego vuelvo al dos al final de la canción, cuando regresa al fraseo del principio de la canción. De hecho, la persona que graba lo señala.
Bailar casino comenzando en el segundo tiempo, o a contratiempo—un concepto del son, no del casino—te permite interpretar mejor las canciones cuando bailas con ellas (nuevamente, los músicos que hacen esta música lo saben). Una vez que aprendas a bailar a contratiempo y comiences a intentar bailar el largo de la canción en el dos, notarás una diferencia muy grande en cómo se siente bailar en ese conteo, y cuánto más se ajusta a lo que están haciendo los instrumentos, o qué sonidos destacan—especialmente con el bajo y las tumbadoras.
La tercera razón por la que, como bailador de casino, deberías tener un conocimiento básico del baile de son, tiene que ver con la música que no estás bailando porque no sabes bailar son. No, no estoy hablando de música de son tradicional como la de Septeto Nacional, Sierra Maestra, Pancho Amat o Septeto Santiaguero.
Estoy hablando de la música de músicos no cubanos.
Como muchos bailadores de casino en Estados Unidos y en Europa pueden haber notado, hay una verdadera división entre la música que se toca en los eventos cubanos (música de músicos cubanos) y los eventos de salsa en línea (música de músicos no cubanos). Dicho de otra manera, los DJs de salsa tocan timba. Y los DJs de timba no tocan salsa. (No sé qué tanto sea este el caso en Latinoamérica. No conozco mucho qué pasa por allá en este respecto.)
A lo largo de los años, he escuchado a muchos bailadores de casino decir lo siguiente: “No puedo bailar casino con la música que ponen para los bailadores de salsa lineal. Simplemente no se siente bien bailar casino con esa música”. Del mismo modo, los bailadores de salsa lineal dirán lo mismo acerca de bailar al ritmo de la timba. En el pasado, esto también me sucedió a mí. En efecto, personalmente era de esos que sentía que era diferente bailar casino, de la forma en que lo estaba bailando con la música cubana más actual, a la música de los años 70 (o que se daba un “aire” de los años 70), que es la música que se toca en los eventos de salsa lineal. Simplemente no sentía que el el casino pegaba bien con esa música. En retrospectiva, tenía sentido: toda la música a la que me había acostumbrado a bailar y escuchar hasta ese momento no tenía nada que ver con lo que se tocaba en los eventos de salsa lineal. La música de esos eventos me sonaba completamente ajena.
Pero todo cambió cuando comencé a escuchar son tradicional, del cual no había sido un gran fan hasta entonces. (Cuando me refiero a son tradicional, me refiero al formato de septeto o cualquier cosa tocada por menos músicos). Pero como soy cubano y quería aprender a bailar con mi música en todas sus facetas, comencé a escuchar son tradicional. Y me encontré enamorándome de la música, lo suficiente como para querer aprender a bailar con esa música. Con el tiempo, aprendí los pasos básicos, dominé el contratiempo y después de mucha práctica ya estaba bailando son.
Sin embargo, durante todo este proceso, me di cuenta de que me había estado entrenando para bailar con música de solo dos períodos de tiempo: la de antes de 1950 y el formato del conjunto (música de septetos tradicionales) y música posterior a 1990 (lo que la gente llama timba). Había una brecha musical enorme en medio. Cuarenta años de ello, de hecho.
Pensando en cómo salvarla, recordé mi primera experiencia en un congreso de salsa, de la que he escrito en este blog, y cómo sentí que la música que estaba escuchando sonaba como la música que mis abuelos habían escuchado y bailado cuando eran jóvenes.
Decidí regresar a los eventos salseros, donde ese era el tipo de música que se tocaba. Mi experiencia en estos espacios siempre había sido frustrante. Por un lado, era raro encontrarme a alguien que realmente supiera bailar casino–y tiene sentido: no era un evento dirigido a los casineros. Por el otro, no soportaba la música. Estaba demasiado acostumbrado al sonido agresivo de Charanga Habanera, Paulito FG, Bamboleo, Klimax. Escuchar a Los Hermanos Lebrón, a Sonora Ponceña, a El Gran Combo eran como cortarme las venas. Me moría de aburrimiento.
Pero esta vez fui con otra mentalidad: fui porque realmente quería intentar bailar con esta música, porque creía que esta música era el eslabón perdido. Después de todo, la gente en la década de 1960 en Cuba tenía que estar bailando casino con algo, ¿no? (Recuerda que el casino se desarrolló en 1957).
Así que entré y traté de bailar casino con esta música y, una vez más, fracasé. Era como si la música me estuviera diciendo explícitamente: “¿Qué demonios estás haciendo?”. Esa noche salí del social, no frustrado, sino pensativo. Todavía no había descubierto una forma de bailar con esta música, tal como sabía que la gente en Cuba lo había hecho, hace cincuenta años más o menos.
Fue entonces cuando la respuesta me golpeó: no había hecho nada diferente. Había entrado allí y había bailado casino, igual que siempre. ¿Por qué esperaba resultados diferentes? Así que la próxima vez que fui al social, intenté algo radical. Dejé de bailar casino, pero no para bailar salsa.
Sino para bailar son.
El cambio en cómo se sintió bailar son con esta música fue tan repentino, tan drástico y tan… correcto que durante esa primera canción con la que bailé son experimenté simultáneamente un estado de incredulidad y un goce total. Finalmente, había encontrado una forma de bailar con la música que ponían en los eventos de salsa. Y la respuesta había sido inequívocamente: el son.
Y amigos: funciona. Aquí tienes un video mío bailando son con esta música. Mírenlo y díganme que esto no encaja.
Aprender a bailar son no solo te ayudará cuando cuando pongan la “salsa” que no estás acostumbrado a bailar porque lo único a lo que te han entrenado a escuchar y bailar es timba. También te ayudará a darte cuenta de que hay un montón de música de la que te estás perdiendo.
El otro día publiqué una entrada que consistía simplemente en una lista de diez canciones hechas por cubanos pero que realmente no “encajan” dentro de lo que se piensa que es “música cubana” y por lo tanto están ausentes de los eventos cubanos. Suenan demasiado como la música que ponen en los eventos de salsa. Esta es una de ellas (Puedes revisar la lista completa aquí):
La razón por la que esto sucede no es porque estas canciones tomaron prestado de la “salsa”, sino más bien al revés, ya que todas estas canciones fueron compuestas e interpretadas antes de la década de 1970, la década atribuida al surgimiento de la salsa. Y sin embargo, para alguien que ha sido entrenado a pensar solo en esta dicotomía de salsa y timba, donde la salsa es música no cubana, y la timba lo es, y ambas tienen sonidos muy específicos, esta canción, así como las canciones en esa publicación, no “sonarían” cubanas (Te animo firmemente a que las escuches, para que entiendas de qué estoy hablando).
Pero estas canciones son cubanas. Y si intentaras bailar con ellas, sin incorporar el son a lo que estás haciendo, te aseguro que se sentirá muy incómodo. La única diferencia es que, ahora, si intentas bailar casino con ellas y fallas, no puedes decir que fue porque se sintió extraño o incómodo bailar con este tipo de música porque no era “cubana”. Esta sí lo es.
Así que aprende a bailar son, no solo porque mejorará tu casino, al darte nuevos conceptos que puedes incorporar en el baile, o al permitirte interpretar mejor, musicalmente hablando, las canciones con las que estás bailando. Hazlo también porque, sin el son, hay un montón de música cubana con la que nunca llegarás a bailar.
Notas:
- Para ser totalmente transparente, el baile estadounidense del swing también jugó un papel importante en el casino. De hecho, yo diría que de ahí viene el Enchufla. https://web.archive.org/web/20200805212817/http://www.metamovements.net//details/1106-the-revolution-of-casino-y-rueda ↩︎